Con sus proyectos, Atelier Deshaus muestra en la exposición cómo la energía y los recursos invertidos en construir grandes complejos industriales se pueden conservar, al menos en parte, a través de la rehabilitación. Se presentan varios complejos culturales y museos, creados mediante la re utilización de la infraestructura de antiguos puertos de carbón; otros proyectos privados más pequeños, como su propia oficina de Atelier Deshaus o una casa de té; y un claustro ecientemente terminado con vistas a la Gran Muralla, ubicado en la montaña de Jinshan.
El estudio sigue una estrategia de intervención mínima que refleja con sensibilidad el pasado del lugar, ya sea industrial o natural, sin dejar de lado la funcionalidad y la adaptación del espacio a su nuevo programa. Para los arquitectos, la continuación de lo existente es más importante que un empezar de cero; ven los proyectos como portadores de la memoria y condensadores de la identidad local con conceptos innovadores, añadiendo, y no sustituyendo, símbolos.